Ayer fueron semillas,
ahora han germinado,
aunque se vean sencillas,
sus hojas y tallo delgado,
son plantas y ya respiran,
dándonos lo más preciado.
Las plantas consumen bióxido,
de la respiración desechado,
nos proporcionan el oxígeno,
además de gratuito o regalado,
por eso de la reforestación,
deberíamos ser esclavos.
Los pulmones de los pueblos,
son los árboles y no edificios,
de ahí la importancia de cuidarlos,
como deber y no un sacrificio,
somos la pareja más perfecta,
hombre-árbol y no smog y ruido.
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