El primero de mayo celebramos,
el día del trabajo gustosos,
porque de diferente forma trabajamos,
sean mentales o forzosos.
En honor a esos hombres,
que se atrevieron a pedir respeto,
por los excesos laborales,
del patrón y de un mal gobierno.
También hubo mártires mexicanos,
como los mineros de Cananea,
que pedían:”Cinco pesos, ocho horas”
valientes cual gallos de pelea.
Obreros de la fábrica de hilados,
del pueblo Río Blanco Veracruz,
por los abusos y ya desesperados,
se lanzaron en busca de una luz.
Por esos hombres que murieron,
que sacrificaron su vida entera,
que expusieron su vida y la perdieron,
cual soldado valiente en la trinchera.
Los mártires de Chicago,
de México y de todo el mundo,
defensores de derechos pisoteados,
pioneros del sindicato tan fecundo.
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