En estas fechas,
se recuerda y se venera;
a todas las madrecitas,
que viven en la Tierra.
Se les da regalos y abrazos,
besos de mil amores;
flores, pasteles y tarjetas,
todos ofrecen sus honores.
Sólo que falta una cosa,
que siempre fuera diez,
que siempre fuera mayo,
para ponernos a sus pies.
Y que no sólo en esa fecha,
hubiera fiesta y alegría:
que fuera eternamente,
para dársela día a día.
A todas las madres,
vivas, agonizantes y difuntas,
a las que por dar vida mueren
y se encuentran bajo tumba.
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