Hoy que llego a la meta triunfal,
me encuentro muy contento;
el día en que me van a entregar,
la constancia de un gran esfuerzo.
Me siento orgulloso de mis padres,
por haberme dado bella oportunidad;
de conocer la ciencia, predicar verdades,
defender derechos, erradicar la falsedad.
Cuánto extrañaré a mi escuela
y como madre, tiene entrañas de mujer;
teoría en el aula, práctica en la parcela,
alimentándonos con el pezón del saber.
Siento en mi pecho gran tristeza,
no porque sufrí o ya no iré a clases;
por mis amigos que son grandeza,
en el campo, en el salón fueron capaces.
Porque son compañeros y amigos,
conviviendo siempre como hermanos,
nunca importó ser pobres o ricos,
la prueba es que la meta la alcanzamos.
Conviví con ellos muchos años
y eso es difícil que lo olvide;
la consigna subir peldaños,
honrando a la gente de mi estirpe.
Compañeros, nunca claudiquemos,
para la adversidad, férrea voluntad
y a todo el mundo demostremos,
que no hay quimeras si se desea triunfar.
Llevemos siempre en mente,
a esta escuela, segundo hogar;
los consejos del maestro que desde siempre,
nos dio su luz para ver en la obscuridad.
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