domingo, 23 de agosto de 2009

CALOR QUE NO QUEMA (Ante el cadáver de un maestro)

No hay tiempo para llorar,
ni para sentirse triste,
porque si sufro, sufrirás
y sentirás que tu peregrinar,
fue en vano y te mentiste.

Dando lo mejor de tu vida,
al proponértelo, lo lograste,
porque tu mente no dio cabida,
aun sabiendo de tu misión sufrida,
a la ignorancia la derrotaste.

Ahora te veo inconsciente,
tras ese cristal descansando,
rodeado de amigos y dolientes.
Tú dejaste una simiente
y tras la sombra estará brillando.

Serás como una luz intensa,
que ante ninguna sufre pena,
avanzando sin sentirse ajena,
iluminando con luz intensa,
dando calor, pero no quema.

No hay comentarios: