domingo, 23 de agosto de 2009

BATALLA DE PUEBLA.

Francia aprovechó la ocasión,
pues México actuó sin malicia,
le permitió entrar al país;
no dejaba al extranjero ser feliz,
del Puerto de Veracruz la inmundicia.

Por ello viajaron a Orizaba,
Pensando sólo en su imperio,
su meta era la capital,
pues Napoleón quiso implantar
un trono, logrando un cementerio.

El Conde de Lorencez no esperaba,
que la batalla en Puebla fuera,
mucho menos, la derrota de su tropa,
ni que Zaragoza como una roca,
lo esperara paciente en su trinchera.

Era el mejor ejército del mundo,
mas el indio sacó su casta;
a pesar de su tenacidad y disciplina,
aquí también hubo heroínas,
en el pueblo Zacapoaxtla.

Un glorioso cinco de mayo,
así lo marca la historia;
Zaragoza informa a Juárez:
“Las armas nacionales,
se han cubierto de gloria”.

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