EL TINTERO Y LA PLUMA.

En una casa vieja y roída,
permanecían dos grandes amigos;
un arcaico tintero y una pluma,
de esas de pavo real erguido,
mas nunca se imaginaron,
que un día serían enemigos.

Era la herencia de un escritor,
que en vida les dio gran uso;
escribió artículos de protesta,
prosa, versos de amargura y amor;
fábulas, novelas, leyendas, ensayos,
críticas, arengas a la corrupción.

El tintero nunca supo nada,
para lo que fue utilizado;
ni se dio cuenta que en cada palabra,
alegró el corazón de una dama,
que Joel tenía hechizada,
ni que ocasionó su muerte macabra.

Sólo sentía que poco a poco,
era consumido cada día
y que jamás se repondría.
la única que lo comprendía,
era la ligera y sagaz pluma,
que a cada rato se metía.

El meollo del descontento,
era que cada quien se elogiaba,
los frutos del escritor
y que Joel sólo figuraba,
como un interventor,
de la gran meta alcanzada.

Disputaba uno, que el tintero,
era el más importante
y que sin él nada hubiera sido,
en las manos del ignorante;
ni que hubiese merecido,
tocarlo ni con guantes.

La pluma con perspicacia decía,
que ella era la de todo el intelecto;
porque sin ella jamás lograría,
escribir algo tan perfecto
y que la tinta sólo le servía,
para aliviar su descontento.

Insistía más enojado el tintero,
que toda la audacia se debía,
a él, por ser la base de todo;
porque si se le ponía,
se convertía en lodo
y entonces triunfo ya no sería.

Con más astucia la pluma,
decía que sin tinta y sin lodo,
sería igualmente la del logro,
porque con limón o cloro,
escribo lo que quiera,
para tu mayor asombro.

Porque todo por mí está hecho,
Joel sólo me ponía en el papel
y con psicología adivinaba,
las intenciones de su pecho;
así que yo, con o sin él,
el triunfo ya era un hecho.

Después de tantas explicaciones,
la pluma fue convenciéndolo,
porque escribo poemas y canciones,
soy la mejor y aunque no quieras…
al fin, en conclusiones,
no es para que te ofendieras.

El tintero ya bien confundido,
por tanta letra recibida,
su hueco renegrido,
dijo a manera de salida:
No me interesa eso y además pido,
seamos como antes ¡Buenos amigos!