Dos jóvenes efusivos comentaban,
acerca de sus vidas y el futuro;
pensaban que sería duro y oscuro,
sin con la herencia no contaban.
Pues sucedía que su padre,
yacía en el féretro inmóvil;
tenía riquezas y el automóvil,
estaba a nombre de su madre.
Ellos ya estaban discutiendo,
lo que cada uno iba a pedir;
pues no heredar, era sufrir
y cosas que yo no entiendo.
Al escuchar la conversación,
un tercer hijo sollozando;
preguntó:¿están peleando,
por seguir su profesión?
Dijo el mayor:¡busco riqueza!
¿Acaso no sabes la opulencia,
que papá tiene en existencia?
¿Dónde tienes la cabeza?
El menor aseveró ¿tesoro?
con eso no compro inteligencia,
ni a mi padre su existencia,
¿Acaso para eso sirve el oro?
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