sábado, 22 de agosto de 2009

MAESTRO RURAL.

Nunca habrá nada que pueda igualar
a la formación de un maestro rural
donde muy temprano entusiasta
al canto del gallo piensa en su deber
seguro y entregando ese gran poder
sacando de flaquezas la gran casta

Allá donde el calzado son huaraches
y el pantalón está repleto de parches
sonrisas tenues ve con gran recelo
sólo un cuaderno pero muy ufano
donde al compañero le da su mano
bajo el brillante y risueño cielo

Ahí es donde de conjuga el poder
uno a enseñar y el otro a aprender
donde las barreras nunca impiden
que se logre lo más hermoso
sin ser agrio y menos meloso
felices, por lo que a diario viven

Rincón donde la burocracia
apadrinada por la tecnocracia
sólo busca los votos en elecciones
dando palas, raspando caminos
con ideales perversos y mezquinos
convirtiendo todo en ilusiones

Ahí donde el maestro es jardinero
secretario, carpintero y consejero
resignado y sin recibir apoyo
despierta y desencanta mentes
muy seguro que serán los puentes
para salir del enorme embrollo

Donde un pedazo de tela es brocha
y del ingenio firme se derrocha
haciendo lo imposible por lograr
despertar al monstruo intelectual
subiendo peldaños sin igual
para que a los suyos pueda ayudar

Ese es el maestro que lucha a diario
por cambiar todo lo ordinario
fiel y entregado refresca la pasión
que lo hicieron tomar decisiones
por intentar conquistar ilusiones
en el campo donde todo es salón

No le tiempla la mano por emprender
acciones que pudieran resolver
la mediocridad de la vivienda
donde una cara muy risueña
da un taco al niño y sueña
que ya llegó quien la defienda

Existe la pureza, no hay malicia
tiernamente a su bebé acaricia
sin exigir lujos a su amado esposo
que lucha a diario a brazo partido
es lo que siempre ha vivido
y ve a su hijo como otro mozo

Donde los ánimos del maestro
titubean ante el gran secuestro
aunque caminan sin ataduras
suenan las cadenas de la injusticia
salvado por la firme y real pericia
ignorando esas fatigas puras

La mística de trabajo y vocación
renuevan los bríos en cada acción
sin poner condiciones entrega
lo que sabe sin guardarse nada
feliz y consiente de afilar espadas
que a la ignorancia voraz la siega

Es el único que feliz por la entrega
le retoña una esperanza nueva
con alegría y satisfacción sin igual
lo que para unos son tropiezos
convive con los de callos gruesos
consolidando al educador rural.

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