sábado, 22 de agosto de 2009

EL DESEO DE APRENDER.

Hoy te llamo, niño,
para glorificar tu esfuerzo;
porque eres y serás camino,
de la Patria y del Universo.

Te condecoro de honor,
siempre sé un estudiante;
si hay peligro, reluce tu valor
y de la palabra sé amante.

Aprenderás cosas bonitas,
llorarás al conocer la injusticia,
convierte en ciencia la rústica
y saca de la flaqueza una sonrisa.

Que no sea en vano tu sacrificio,
siempre trata de ser mejor;
fortalece al débil, dale valor
y sumarás a la causa un vencedor.

Sé que pasas calamidades,
sufres por tu ropa, pasas hambres;
no llores, tendrás comodidades,
pero estudia, prepárate más que antes.

Aún es tiempo, reflexiona,
sé un buen hijo, un triunfador;
para que seas un ciudadano,
capaz de dar a todos de tu amor.

La vida te premiará con creces,
por haber cumplido un deber;
recibe el premio, lo mereces,
pero despierta el deseo de aprender.

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